“LA RUEDA»
Nos dejamos arrastrar en esta rueda sin protestar, sin desviarnos de lo previamente establecido, de la cordura, de lo moralmente bien visto… Y no lo cuestionamos. No nos da tiempo. Adquirimos una aterradora conciencia de ver pasar la vida ante nuestros ojos a una velocidad vertiginosa y, la mayoría de la gente, casi siempre al final, mira hacia atrás y descubre que no ha hecho prácticamente nada. Pero en esta rueda hay unos cuantos humanos que se atreven, que luchan, que aportan, que proponen: mujeres y hombres que tienen la fuerza necesaria para frenar, tumbar o cambiar la dirección de esta gran rueda.